¿Por qué pecamos?
Obviamente debemos comenzar en el Jardín del Edén. Allí claramente entendemos que desde el comienzo de la humanidad ya existe en todos nosotros la tendencia a hacer nuestra propia voluntad, que analizándolo desde lo que hicieron nuestros abuelos en el Jardín, es lo mismo que hacemos nosotros: ¡Complacemos la Carne!
En psicología a la “carne” se le llama EGO. El drama humano está totalmente construido sobre lo que TODOS buscamos: Satisfacción Personal. Primero YO, después YO y luego un poco mas YO. A esto se le llama Egocentrismo.
Queremos que todo y “todos” a nuestro alrededor funcionen para nuestra comodidad y beneplácito. Si circunstancias o situaciones no están de acuerdo a como YO quiero que estén, entonces me pongo mal. Esto se ve claramente en la relación de pareja y como él quiere cambiarla a ella para que ella funcione sólo para proveerle satisfacción a él y ella estará buscando que él funcione para proveerle total satisfacción a ella. El enojo concomitante del uno hacia el otro y las discusiones existen porque el otro no funciona como YO quiero.
Interesantemente los cristianos no funcionamos como la Biblia nos llama a que funcionemos. Como cristianos debemos mirar cada situación y cada interrelación a través del filtro del Fruto del Espíritu (amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y auto-control, Gal 5:22).
La Biblia nos dice que podemos ser como lobos rapaces (Mt. 7:15), o mansos como palomas (Mt. 10:16). El famoso libre albedrío existe para que aprendamos a sujetar la carne (YO) “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica” (1 Cor. 10:23)
¿Qué porcentaje de la Iglesia está caminado como Cristo nos enseño? ¿Por que cuesta tanto vivir en el Espíritu? La respuesta es sencilla: 1. Satanás ha desplegado a sus huestes de maldad para que permanentemente pongan pensamientos Egocéntricos en los creyentes, debilitando de esta forma el poder del Espíritu Santo en cada uno/a. 2. El creyente influenciado en su EGO vive en un subibaja emocional. 3. La Biblia enseña no vivir bajo lo que sentimos (YO), sino vivir por lo que sabemos que es verdad (Espíritu 2.Cor. 5:7). Este estilo de vida le permitió a Pablo cuando fue encarcelado en Filipo (Hch.16:25) en vez de angustiarse o desesperarse por su situación, comenzar a cantar himnos de agradecimiento y alabanza al Señor y el resultado fue que un ángel vino para dejarlo libre.
Aprendamos a dejar de lado la “Carne” (EGO) y miremos la vida bajo el cristal del Fruto del Espíritu!!! Dr O. Marino Casseignau www.consejeriadefamilia.com
