Matrimonio Restaurado

Entendiendo las raíces de los Problemas Matrimoniales

La Biblia tiene soluciones a muchos de los problemas emocionales y psicológicos y cuando el problema es la comunicación matrimonial, deberás entender que hay raíces emocionales y de conducta tanto en el hombre como en la mujer que no les permiten alcanzar acuerdos importantes para vivir en armonía.

Como creyentes lo primero que deben entender es que vivimos en un planeta donde Satanás es Dios y Señor  (2 Corintios 4:4) de este mundo y que él ha enviado a sus esbirros los demonios (ángeles caídos) para destruir la Iglesia, familia por familia.

Si no tienes claro esto, todo lo que continúa no tendrá ningún valor y no se comprenderá.

La Biblia explica en Gálatas 5:16-26 cuál es la raíz de los problemas matrimoniales:

16…dejen que el Espíritu guíe su vida y no complazcan los deseos perversos de su naturaleza carnal.

La naturaleza carnal es la que traemos desde que nacemos en este mundo. Nadie nace con naturaleza espiritual (aunque te hayan mojado la cabeza en una iglesia al nacer) y esa naturaleza carnal crece dentro tuyo y aprendes a satisfacerla desde lo que vas aprendiendo, viendo y recibiendo de lo que el mundo te alimenta a través de tu familia, amigos y los distintos medios (TV, internet, etc.). Si cuando niño no tuviste educación espiritual de iglesia, el mundo y Satanás es todo lo que conoces y entonces:

 17 Nuestra naturaleza carnal desea lo que está en contra del Espíritu y el Espíritu desea lo que está en contra de la naturaleza carnal. Los dos se oponen. Por eso resulta que ustedes no están haciendo lo que realmente quieren,

Pero resulta que cuando adulto llegaste a conocer a Cristo, pero hay tanto del mundo adentro de tu vida que aunque estás en la iglesia, la iglesia (lo espiritual) no está completamente dentro tuyo. Entonces la única solución para evitar que esos demonios que quieren destruir tu matrimonio no tengan oportunidad sobre ti  o tu cónyuge es que:

18 si se dejan guiar por el Espíritu, quedan libres de la ley.

La ley en este mundo señala todo lo que está mal, es el dedo acusador de todo los que no se debe hacer, de todas formas para que no existan dudas aquí Pablo explica lo que la esencia de la naturaleza carnal te lleva a hacer:

19 Está muy claro que las cosas que hace nuestra naturaleza carnal son: inmoralidad sexual, impureza, descontrol, 20 idolatría, participar en brujerías, odio, discordia, celos, iras, rivalidades, peleas, divisiones, 21 envidias, borracheras, parrandas y otras cosas parecidas.

Cuando analizas un poco tu vida y encuentras que algunas de estas cosas que se mencionan arriba están aún en tu vida siendo creyente, es que puedes entender que esas son puertas abiertas para que el enemigo de tu alma (2 Corintios 11:14) se infiltre y te haga caer en pecado. Quien está en pecado haciendo estas cosas, no puede simular por mucho tiempo ser una persona correcta, su personalidad está corrompida y va a demostrar conductas que terminan por llevarle a pleitos con su cónyuge. Es por eso que Pablo continua diciendo:

Ya les advertí contra eso y ahora les vuelvo a decir lo mismo, que todos los que hacen eso no tendrán parte en el reino de Dios.

La Biblia enseña que el Reino de Dios tiene 2 dimensiones. Una aquí en la Tierra (Colosenses 1:13-14; Juan 3:5) y otra cuando lleguemos al cielo (Mateo 7:21). Entonces mas allá de lo que pase el día de nuestra partida, lo importante es vivir cada día en el Reino de Dios aquí y ahora donde Dios es Rey, Jesús es Señor y el Espíritu Santo en nosotros nos ayuda a vencer la naturaleza carnal para poder vivir en paz y armonía con todos, no dándole lugar a los demonios a que destruyan tu matrimonio. Pablo sigue diciendo que en la medida en que conscientemente le demos más lugar al Espíritu en nosotros que a la carne, comenzaremos a producir conductas fundamentadas en otro tipo de raíz, la raíz celestial:

22 En cambio, el Espíritu produce amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23 humildad y dominio propio. No existe ninguna ley en contra de esas cosas. 24 Todos los que pertenecen a Cristo han crucificado su naturaleza carnal con sus pasiones y sentimientos egoístas. 25 Ya que el Espíritu nos da vida, debemos dejarlo que nos guíe. 26 No seamos orgullosos, ni envidiosos ni causemos peleas entre nosotros mismos.

Obviamente para poder producir este tipo de personalidad debes estar bien consciente de que cuando desde tu interior desea emerger la naturaleza carnal con todas sus imperfecciones, aprendas mejor a darle derecho de paso al fruto del Espíritu en ti. Pues está en ti solo que debes conscientemente dejarlo fluir para que no salga la respuesta carnal y respondas desde el Espíritu. Lo puedes hacer, Cristo te ayuda!!!

Al principio es difícil porque estas atenta/o a un sinnumero de cosas, pero cuando más lo prácticas, más rápido pasa a ser parte de tu nueva personalidad. Dr. O Marino Casseignau – www.consejeriadefamilia.com