Aborto

Sanando las Heridas del Aborto

El aborto voluntario es una decisión que no solo tiene relación con una práctica médica, sino también acarrea implicaciones éticas, emocionales y espirituales. Entendemos claramente las presiones sociales y las consecuencias psicológicas, que puedan haberte llevado a esto.

En el mundo actual, se promueve una libertad sexual desligada de la responsabilidad y de las consecuencias. Esto lleva a embarazos no deseados, especialmente entre jóvenes, quienes ven el aborto como una solución rápida.

Existen algunas causas que pueden llevar a la mujer a tomar la decisión de abortar:

  • Presión de la pareja o de la familia
  • Miedo al rechazo o al juicio social
  • Problemas económicos
  • No creer ser capaz de organizarse entre la maternidad, estudio o trabajo
  • Falta de apoyo emocional o espiritual

Este entorno ayuda a que se tomen decisiones impulsivas sin reflexionar sobre las consecuencias a corto y largo plazo.

Dios por medio de su Palabra nos muestra claramente que la vida comienza desde la concepción y que toda la vida es valiosa ante los ojos de Dios:

  • Salmo 139:13-16: “Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.”
  • Jeremías 1:5: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.”
  • Exodo 21:22-25: “Si algunos riñeren, e hirieren a mujer embarazada, y esta abortare, pero sin haber muerte, serán penados conforme a lo que les impusiere el marido de la mujer y juzgaren los jueces. Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.”

Dios es el autor de la vida, y terminarla voluntariamente se convierte en una transgresión espiritual seria. Sin embargo, Dios también nos muestra de su gracia y restauración para aquel que se arrepiente (1 Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”).

Lamentablemente muchas veces se presenta al aborto como una solución sin pensar en los efectos secundarios. Diversos estudios y testimonios coinciden en que esta decisión produce en la mujer impactos psicológicos negativos, conocidos como síndrome postaborto, estas consecuencias emocionales pueden ser:

  • Trastorno de ansiedad y depresión
  • Sentimientos de culpa y vergüenza
  • Insomnio y pesadillas
  • Conductas autodestructivas
  • Adicciones de todo tipo
  • Problemas con relaciones posteriores
  • Trastornos alimenticios
  • Aislamiento social
  • Irritabilidad y baja autoestima

Además de las consecuencias psicológicas, se sumas las heridas espirituales:

  • Sensación de separación de Dios
  • Dificultad para orar o asistir a la iglesia
  • Sentirse indigna ante Dios
  • Sentimiento de condenación persistente.

Es esencial para quien haya hecho esto, que procese su duelo. El procesar el duelo le va a permitir sanar su herida.

Desde la psicoterapia cristiana se procesa el duelo de la siguiente forma:

  • Reconocimiento de la pérdida y validar el duelo
  • Confesando el pecado y arrepintiéndose
  • Renovando su identidad en Cristo
  • Buscando la libertad espiritual en Cristo
  • Parándose firme delante de Dios sabéndose perdonada

Conclusión

El aborto es una herida que afecta cuerpo, alma y espíritu. Debes afirmar el valor de tu vida desde la concepción de como Dios la valora, sabiendo de que El te mira con compasión por haber pasado por esta experiencia. No te condena ni busca transformarte, sino que te provee un consuelo verdadero, dado que el amor y la verdad de Cristo te ha sido dada a través de Su perdón al haberte arrepentido. Tu arrepentimiento te trae vida nueva y restauración para que vivas libre y sin cargas.

Si aún no le has orado a Dios pidiéndole perdón, poruqe no lo haces ahora. Dado que en el mismo momento de pedirle perdón es cuando El te lo provee.   (Marcos 11:24  Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá).

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